A todos los niños les encanta chapotear en los charcos, creo que a los adultos tambièn pero no lo solemos hacer. Pues bien mi hijo tiene una tía que no le fabrico unos botas de agua para recién nacidos porque sabía que el niño no se iba a poner de pie, así que este invierno le ha regalado sus primeras botas de agua. A él le encantan, ya sabe cuando se las pongo que toca diversón y de la buena. Pues ahí me ven a las siete y media de la mañana saliendo a la calle con el peque, camino a casa de los abuelos con el chubasquero, el paraguas porque le encanta llevar paraguas y mudas de ropa seca para cambiarlo en cuanto entramos por la casa de sus abuelos, porque si delito tiene su tía más delito tengo yo a esas horas. Pero es que se le iluminan los ojitos y le encantan chapotear e incluso tirarme agua.
Aqui le dejo unas fotos del domingo pasado cuando subimos a casa de los abuelos a comer.
4 comentarios:
Es bello ver como los niños disfrutan con las cosas simples y bellas de la vida.
Espero que esten bien , lamento no haber escrito antes pero por Algeciras el agua tambien esta haciebdo estragos. Deseo que tu y toda tu familia esten bien.
Bss
Delito ¿YOOOOO?....
a ver, a ver, expliquémosle a todos tus seguidores lo buena tía que soy que AÚN (porque me lo estoy pensando) no te he cobrado el que le compraras una batería completa a tu sobrino e hijo mío, ni la guitarra eléctrica con amplificador, ni la trompeta, ni tantas y tantas cosas "de hacer ruido"...¿o es que ya no te parecen tan buenos regalos?, jaja.
¿Y dices que yo tengo delito por evitar que mi ángel se moje los pies? porque admitámoslo, charco + niño = chapoteo seguro, jajaja.
Ni te imaginas lo ancha que iba yo, el martes pasado, a pesar de tanta agua caída y tan malos ratos del día anterior, con "mi sobrino con botas" a comprar "papas" al kiosco.
Como dice aquel anuncio "esto no tiene precio".
(Por cierto, ya que yo también iba de sport aproveché para dar un par de saltitos con él...¡qué divertido!, jeje).
Besitos, hermana.
Gracias Aqua, la verdad es que es un gusto verlos jugar y reir.
En cuanto al agua..... ya pasó ahora sólo queda reparar los daños que no fueron pocos para que la ciudad vuelva a se lo de antes ( o mejor)
AY! hermana, si no te culpo por las botas, pero es verdad que debiste pasar mucha hambre de charco cuando chica, porque mira que te gusta ver a un niño chapotear.
Y por cierto todos los regalos que en su momento como tata le hice a tu hijo eran perfectos para él...jajaja ¿te acuerdas como tocaba la guitarra y cantaba por el micro (con amplificador)? y ahora esta hecho todo un hombre.....y lo bien que asustaba a los cofrades en las procesiones con la trompeta?jajajaja todavía puedo recordar su olor cuando lo cogí en brazos la primera vez......y es que el tiempo pasa muy deprisa.
Bueno te dejo que me estoy poniendo sentimental
No, "hambre de charco" no pasé, bien que disfruté en la huerta de los abuelos, con la fuente o la manguera aprovechando las limpiezas veraniegas de las plazas.
Lo que no tuve fueron unas botas de agua...creo que no se llevaban, porque me dirás qué botas nos iban a poner a las niñas cuando en invierno íbamos con esos vestidos cortos y las rebequitas de agujeritos, jajaja.
Y es verdad, él cantaba, tocaba, aporreaba y lo de la trompeta, en Semana Santa, estuvo de vídeo, jaja. ¡Cómo saltaban los cofrades asustados al ser sorprendidos por el infernal ruido de aquella trompeta!, jaja.
Y no te pongas sentimental. Cuando son pequeños, rezas por llegar a verlos grandes, bien formados, con fundamento y cuando los ves grandes, suspiras por lo pronto que se fueron los años de su infancia. Pero así es la vida. Lo importante es disfrutar de cada momento, de todos sus años, de sus cambios y crecimiento. Lo malo es que, a veces, nos damos cuenta demasiado tarde.
Como yo ya lo sé, te lo digo ¡Salta también en los charcos de la mano de tu hijo!.
Besitos
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