martes, 27 de octubre de 2009

LA GENERACIÓN DEL TODO INCLUIDO


Hace unos días se publicó esta noticia el periódico EL DIA referente a una nueva medida que va a aplicar mi Ayuntamiento y realmente estoy indignada....................


Santa Cruz pagará la guardería a todas las madres sin recursos
Un modelo mixto permitirá, según el concejal de Bienestar Social, "que cualquier madre sin recursos pueda llevar a su hijo a la escuela infantil más cercana a su casa, sea pública o privada, con una subvención municipal del 100 por ciento".
25/oct/09 07:46
Edición impresa
JOSÉ D. MÉNDEZ, S/C de Tfe.
La Concejalía de Bienestar y Cohesión Social invertirá 300.000 euros, ya aprobados en el presupuesto para el próximo año 2010, para desarrollar el sistema de cheque-guardería, lo que permitirá duplicar la actual oferta de 120 plazas y, según el concejal del área, el centrista Ignacio González, garantizar "a través de un modelo mixto que cualquier madre sin recursos pueda llevar a su hijo al centro infantil más cercano a su casa, sea público o privado, con el 100% de subvención municipal".
González calculó en "unos 300 euros por niño una inversión que incluye también la comida y permitirá conciliar la vida familiar y laboral a los padres, incluyendo la búsqueda de un trabajo en estos tiempos de crisis. Tanto CC como CCN llevamos este asunto en la campaña electoral, pero, a pesar de que los primeros contactos los inició la anterior concejala, Ángela Mena, no se pudieron desarrollar".
Lo primero que ha hecho el equipo de González ha sido incluir el cheque-guardería dentro de las ayudas básicas como las de alimentos o medicinas, cambiando las bases para su concesión, y luego llegar a un acuerdo con la Asociación de Centros Infantiles de Tenerife (Acinte) para establecer un sistema de subvención total "que es único en Canarias, aunque se ha hecho algo de forma parcial en La Laguna, y que en el Estado sólo tienen ciudades como Madrid o Valencia", explica González.
Santa Cruz cuenta ahora mismo con una oferta de 120 plazas públicas en centros que gestiona directamente en los barrios de Ofra y Añaza. El cheque-guardería permitirá duplicarla y prácticamente garantizar así el cien por cien de la escolarización a niños de recursos entre 0 y 3 años, en la mayoría de los casos de familias desestructuradas y con pocos recursos, "de ocho a cinco de la tarde y con comida incluida, lo cual también aliviará la masificación actual en el comedor Padre Laraña de Ofra, el único dedicado en exclusiva a los pequeños, porque un centenar de ellos comerían en la guardería".
El caso de Anaga.- En el distrito de Anaga, al contrario que en los otros cuatro, la oferta será pública, ya que, asegura González, "tras consultar nos confirman que no llegará la privada por cuestiones de rentabilidad. Ahora estamos en pleno diálogo con la Consejería de Educación para desafectar un colegio de los dos que están cerrados en Cueva Bermeja y María Jiménez y habilitar ahí una guardería de 40 plazas que nos permita cubrir toda la demanda de la ciudad. Y aún hay más: a medio plazo, nuestra intención es que el ayuntamiento gestione todas las guarderías del municipio, incluidas aquellas que actualmente son responsabilidad del Gobierno de Canarias, al que hemos solicitado ya que nos las transfiera.
Defensa del modelo.- González apuesta por desarrollar este modelo mixto "en este momento concreto. El PSC plantea únicamente la opción pública y yo estoy de acuerdo, pero ahora no creo que se deba invertir en construir: primero, porque no hay recursos económicos y, segundo, porque sería un trabajo como mínimo a dos años vista, en lo que se terminan las obras. No hay tiempo para eso porque a situación requiere medidas rápidas y de calado".



Vamos a ver y no quiero ofender con mis comentarios a nadie........

Hablaba el otro día con una compañera de trabajo y llegamos a la misma conclusión. Ella es una madre joven sin pareja y que trabaja, lleva a su hija a una guardería pública desde hace dos meses y debido a sus ingresos y ha que declaro que el padre de la niña le pasa 200€ al mes paga alrededor de 120€. El horario de la guardería es de 8:30 a 3:30 (considero que es un horario más que suficiente para los niños pero no hay demasiada gente que tenga ese horario laboral). Pues bien su hija comparte sala con otros niños que pagan 10€ mensuales, porque sus madres no trabajan y no tienen ingresos, eso oficialmente y por supuesto todas madres solteras.
Entonces yo me imagino a mi compañera; corriendo desde bien temprano para dejarle la niña a su madre para que la pueda llevar a la guardería porque si lo hace ella no llega a trabajar. Sale del trabajo corriendo para poderla recoger y no ser siempre la ultima en llegar (muchas veces tiene que ir en taxi)Todo esto ocurre cuando tiene turno de mañana, cuando tiene turno de tarde tiene que hace magia, pues sus padres trabajan. Y ahora me imagino a esa otra madre ( y no es que me la imagine es que conozco a varias)que se lenvanta con la hora pegada al c...... suelta a su hijo en la guardería y ella se va con las amigas a desayunar al bar más cercano. Pasa la mañana relajada paseando de tienda en tienda o en el parque. Vuelve a casa de sus padres y le da tiempo a comer y descansar después, antes de ir a recoger a su "retoño".
La diferencia entre estas dos madres es que una sale a trabajar todos los días y se "ocupa" de su vida y de la de su hija y la otra se queda sentada esperando a que cualquier institución le dé dinero y/o ayudas para "criar" a su hijo, mientras ella pasea y disfruta, sin trabajar ni estudiar.
En cuanto al artículo, quisiera comentar varias cosas;
1- Permitirá conciliar la vida laboral y familiar a los padres. Espero que como requisito pidan que ambos padres trabajen o estudien, por lo menos.Por que si no, no entiendo lo de la conciliación.
2-Incluir el cheque-guardería dentro de las ayudas básicas como las de alimentos o medicinas. Pues a mí no me parece igual de básico no tenerle que dar de comer que llevarlo a una guardería ( si no trabajan claro)
3- Garantizar así el cien por cien de la escolarización a niños de recursos entre 0 y 3 años. En este país la educación infantil debería ser gratuita (totalmente) pero en ningún caso obligatoria asi que no entiendo lo de "garantizar"



4-De ocho a cinco de la tarde y con comida incluida. Pues el horario se adecua más a muchos horarios laborales, en eso estoy de acuerdo. Aunque preferiría una ley de conciliación laboral más efectiva que la que tenemos y se cumpla para no tener que dejar a nuestros hijos en este tipo de centros tantas horas.


Para terminar me gustaría aclarar que me parecen bien todas las medidas y ayudas que se den, pero bajo un estricto control. Conozco más casos de personas que están recibiendo alguna ayuda en este momento que no debieran recibirlas que las que lo necesitan verdaderamente. Creo que estamos "criando" a la generación del TI (todo incluido); no estudio, no trabajo, no tengo responsabilidades, pero me da igual, me lío a tener chiquillos y que el Estado me de dinerito y ya que estamos una casa y toda clase de ayudas sin dar ni palo..........

Sé que todo esto puede sonar fuerte, pero creánme cuando les digo que es la realidad por lo menos en mi entorno.
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miércoles, 21 de octubre de 2009

12 DE OCTUBRE Y JORNADAS SOBRE LACTANCIA MATERNA



Ayer se clausuraron las Jornadas de Lactancia Materna en el Hospital 12 de Octubre en Madrid. Otro hospial mñas que se a sumado a "celebrar" la Semana Mundial de la Lactancia Materna,

Les dejo un pequeño artículo que encontré en Ecodiario


El Hospital 12 de Octubre incidirá en la importancia del uso de la leche materna para los más pequeños en unas jornadas que se celebrarán hasta el martes con motivo de la Semana Mundial de la lactancia materna 2009, informó la Comunidad de Madrid.

MADRID, 19 (EUROPA PRESS)

Así, con motivo de estas jornadas, el Comité de Lactancia Materna del Área 11 del Servicio Madrileño de Salud (zona Sur-Suroeste), un equipo multidisciplinar formado por profesionales de Atención Primaria y Especializada y grupos de ayuda a la lactancia madre, insistió en la necesidad de "reforzar el rol de la lactancia materna, proteger y apoyarla activamente, informar a todos los implicados sobre cómo actuar y poner en marcha acciones de colaboración y redes de apoyo".

Según estos profesionales, el número de emergencias se ha incrementado en los últimos tiempos, y puede afectar a cualquier país, independientemente de su ubicación geográfica o nivel de desarrollo". "Dado que ningún estado es inmune a sufrirlas, cualquier persona en cualquier lugar del mundo necesita prepararse y saber cómo apoyar la lactancia materna de forma que los niños no corran peligro", explicaron.

El Comité del área 11 quiso hacer suyo el mensaje de la Alianza Mundial Pro Lactancia Materna (WABA) para 2009, e insistió en la "importancia de proteger a madres y niños lactantes en situaciones catastróficas, como terremotos, inundaciones o pandemias, y priorizar siempre la leche materna frente a las donaciones de leche de fórmula infantil, productos lácteos o biberones como sustitutivos, que sólo deben utilizarse en casos en los que sea imprescindible".

Las jornadas incluirán la entrega de claveles blancos, encuentros con familias y grupos de apoyo y ponencias sobre experiencias en cooperación y desarrollo, ya que "la preparación es la clave para las intervenciones oportunas y adecuadas en emergencias".

BENEFICIOS DE LA LACTANCIA

En opinión del equipo de expertos del Área 11, la leche de madre es "el mejor alimento que puede recibir un niño desde su nacimiento, ya que favorece el vínculo materno-filial, previene enfermedades y ayuda a la recuperación de la mujer". Si para un bebé sano es importante, para uno enfermo o involucrado en situaciones extremas todavía más porque puede implicar un cambio significativo en su evolución y desarrollo.

El Hospital 12 de Octubre concede gran importancia a la lactancia materna. Por ello ha desarrollado iniciativas innovadoras, como contar con una enfermera consultora con acreditación internacional que asesora a las madres sobre los beneficios que supone la leche materna y con un banco de leche, único en la península
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domingo, 11 de octubre de 2009

TE VOY A DECIR UNA COSA

Esta canción de Amaia Montero se la dedica a su madre. La primera vez que la escuché se me escaparon algunas lágrimas pensando en mi madre y de pronto me dí cuenta de que ahora yo también soy madre..............Espero que les guste.
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martes, 6 de octubre de 2009

EL NIDO (NO LO COJAS QUE SE ACOSTUMBRA)


Traigo una nueva página a la sección "SITIOS QUE VER" y es holistika.net, allí encontraran muchisima información sobre crianza y parto y otras muchas cosas más. Allí encontré este extracto de Jean Liedloff de su libro El concepto del Continuum, que de paso recomiendo a todos.

EL NIDO

El bebé, cuando es llevado al hogar de su madre ya conoce a fondo cómo es la vida. A un nivel preconsciente que determinará todas sus impresiones posteriores, al igual que las determina ahora, sabe que la vida es insoportablemente solitaria, que no responde a sus señales y que está llena de sufrimiento.


En una unidad de neonatología de las maternidades de la civilización occidental hay muy pocas posibilidades de recibir el consuelo de una mamá loba. El recién nacido, cuya piel está pidiendo a gritos volver a sentir aquella carne suave, cálida y viva con la que estaba en contacto, es envuelto en una tela seca e inerte. Es colocado en una caja y dejado ahí, por más que llore, en un limbo donde no hay el menor movimiento (por primera vez en toda la experiencia de su cuerpo, en los siglos de evolución o en la eternidad vivida en el útero).

Los únicos sonidos que puede oír son los gemidos de otras víctimas que están sufriendo el mismo indescriptible tormento. Puede que los sonidos no signifiquen nada para él. El bebé no cesa de llorar; sus pulmones, que no están acostumbrados al aire, se sobre esfuerzan con la desesperación que hay en su corazón. No acude nadie. Confiando en la perfección de la vida, como debe hacer por naturaleza, efectúa el único acto que puede hacer, que es llorar. Hasta que, después de haber pasado un tiempo que para él es una eternidad, se duerme agotado.

Más tarde se despierta en el vago terror que le produce el silencio, la inmovilidad. Se echa a llorar. Todo su cuerpo, desde la cabeza hasta la punta de los pies, está embargado por un ardiente anhelo y deseo, por una intolerable impaciencia. Respira con dificultad y chilla hasta sentir que su palpitante cabeza está a punto de estallar. Llora hasta que el pecho y la garganta le duelen. Ya no puede soportar más el dolor y sus sollozos se van apagando hasta calmarse. Ahora se pone a escuchar. Abre las manos y las vuelve a cerrar apretando los puños. Mueve la cabeza de un lado a otro. Nada parece ayudarle. El sufrimiento es insoportable. Se echa de nuevo a llorar, pero supone demasiado esfuerzo para su dolorida garganta y al cabo de poco vuelve a callarse. Tensa su atormentado y anhelante cuerpo y siente un poco de consuelo. Agita las manos y patalea con los pies. Se detiene, sufriendo, incapaz de pensar o de tener esperanzas. Se pone a escuchar. De nuevo cae dormido.

Al despertar se hace pipí en los pañales y el suceso le distrae de su tormento. Pero el agradable acto de orinar y la cálida, húmeda y fluida sensación que siente alrededor de la parte inferior de su cuerpo desaparecen rápidamente. El calor se inmoviliza ahora y se vuelve frío y pegajoso. El pequeño patalea, tensa el cuerpo, llora a lágrima viva. Desesperado a causa del intenso deseo de contacto que le acucia, rodeado de un entorno inerte, húmedo e incómodo, expresa llorando desconsoladamente su infelicidad hasta que se tranquiliza con su solitario sueño.

De pronto, alguien lo levanta; vuelve a creer que va a obtener aquello que tanto desea. Le sacan el pañal. Se siente aliviado. Unas manos vivas le tocan la piel. Levantándole los pies, le envuelven el bajo vientre con otro paño seco y sin vida. Al cabo de un momento es como si las manos y el pañal húmedo no hubieran existido nunca. No hay ningún recuerdo consciente, ninguna chispa de esperanza. Se encuentra en medio de un vacío insoportable, eterno, inmóvil y silencioso, lleno de un intenso, intensísimo deseo de vital contacto. Su continuum intenta utilizar las medidas de emergencia de que dispone, pero todas están concebidas para unir los breves espacios de tiempo en los que permanecerá sin recibir el trato correcto o para pedir consuelo a alguien (que se supone) que desea dárselo. Su continuum no tiene ninguna solución para una situación tan extrema. Ésta supera su basta experiencia. La naturaleza del bebé, aunque el pequeño sólo haga algunas horas que respire, ha llegado a tal punto de desorientación que la situación supera a la fuerza salvadora de su poderoso continuum. La experiencia vivida en el útero ha sido la que probablemente más se acercará de todas al estado de bienestar que, de acuerdo a sus expectativas innatas, tendría que experimentar durante toda su vida. Su naturaleza se basa en la suposición de que su madre se está comportando correctamente y de que las motivaciones que la impulsan y las consiguientes acciones se beneficiarán sin duda unas a otras.

Alguien llega y lo levanta deliciosamente en medio del aire. Vuelve a la vida. Lo llevan de una manera demasiado delicada para su gusto, pero al menos experimenta algún movimiento. Después se encuentra en su lugar. Todo el sufrimiento que ha padecido ahora ya no existe. Descansa en unos brazos que lo envuelven y aunque su piel al entrar en contacto con la ropa de la madre no le envíe ningún mensaje de encontrar consuelo ni sienta el contacto de una piel viva, sus manos y su boca le comunican que se sienten bien. El positivo placer que produce la vida, el estado normal para el continuum, es casi completo. El sabor y la textura del pecho materno está presentes, la cálida leche fluye a su hambrienta boca, oye los latidos de un corazón que debería haber sido su vínculo, el sonido que le confirma la continuidad de la existencia vivida en el útero; las formas moviéndose anuncian con claridad que hay vida. El sonido de la voz también es correcto. Sólo hay algo que falta en la ropa y en el olor que percibe (la madre se ha puesto colonia). El bebé succiona la leche y cuando está lleno y con las mejillas sonrosadas, se queda dormido.

Al despertar se encuentra en un infierno. No tiene ningún recuerdo, esperanza ni pensamiento de la visita que le ha hecho su madre que pueda tranquilizarle en este inhóspito purgatorio. Las horas, los días y las noches van transcurriendo. El bebé se echa a llorar, queda agotado, cae dormido. Se despierta y se hace pipí en el pañal. Ahora este acto ya no le resulta agradable. El efímero placer que le producen sus aliviadas tripas se torna en un dolor cada vez más punzante cuando la orina caliente y ácida entra en contacto con su irritada piel. Se pone a chillar. Sus cansados pulmones necesitan gritar para no sentir el doloroso escozor. Llora hasta que el dolor y el llanto lo agotan hasta caer dormido.

En este hospital, que es de lo más normal, las ocupadas enfermeras cambian los pañales de los recién nacidos a unas determinadas horas, tanto si están secos como si hace poco o mucho que están húmedos, y mandan a los bebés a sus casas totalmente escaldados para que los cuide alguien que tenga tiempo para ello.

El bebé, cuando es llevado al hogar de su madre (sin duda no puede decirse que sea el hogar del pequeño), ya conoce a fondo cómo es la vida. A un nivel preconsciente que determinará todas sus impresiones posteriores, al igual que las determina ahora, sabe que la vida es insoportablemente solitaria, que no responde a sus señales y que está llena de sufrimiento.

Pero aún no se ha rendido. Su fuerza vital intentará siempre recuperar el equilibrio mientras haya vida en él.

El hogar en que se encuentra sólo se diferencia de la unidad de neonatología de la maternidad en que ahora no tiene la piel irritada. Durante las horas en las que el bebé está despierto, está anhelante, ansioso de contacto físico y espera de manera interminable que el silencioso vacío sea reemplazado por la situación correcta.

Durante algunos minutos al día su intenso deseo cesa momentáneamente y la terrible necesidad de su piel de ser tocada, sostenida y movida es satisfecha. Su madre es la persona que, después de habérselo pensado mucho, ha decidido dejarle acceder a su pecho. Ella lo quiere con una ternura que nunca antes había sentido. Al principio, a la madre le resulta difícil dejar a su hijo en la cuna después de haberle dado el pecho, sobre todo porque él se echa a llorar desconsoladamente. Pero está convencida de que debe hacerlo, ya que su madre le ha dicho (y ella debe saberlo) que si ahora le hace caso lo malcriará y más tarde su hijo le causará problemas. Ella desea hacerlo todo correctamente; por unos momentos siente que la pequeña vida que sostiene entre sus brazos es más importante que cualquier otra cosa en el mundo.

Suspira y deja suavemente a su hijo en la cuna, decorada con patitos amarillos a juego con la habitación. Ha puesto mucho esfuerzo para decorarla con unas cortinas suaves y sedosas, una alfombra en forma de un enorme oso panda, un tocador blanco, una bañera y un vestidor equipado con polvos de talco, aceite, jabón, champú y un cepillo, todo fabricado y envasado con los colores especiales para bebés. La pared está decorada con imágenes de crías de animales vestidas como personas. Los cajones de la cómoda están llenos de camisitas, peleles, patucos, gorritos, mitones y pañales. Sobre la cómoda, colocados de lado en un cautivador ángulo, hay un corderito de peluche y un jarrón con flores recién cortadas, ya que a su madre también le “encantan” las flores.

Ella le estira la camisita y lo arropa con una sábana bordada y una manta decorada con las iniciales del pequeño. Las contempla llena de satisfacción. Ella y su marido no han reparado en gastos para decorar la habitación de su bebé a la perfección, aunque no hayan podido comprar aún los muebles que han elegido para el resto de la casa. Se inclina para besarle la sedosa mejilla y se dirige hacia la puerta mientras el primer agonizante chillido hace estremecer el cuerpo del bebé.

Cierra con suavidad la puerta de la habitación. Le ha declarado la guerra. Su voluntad debe imponerse a la de su hijo. A través de la puerta oye un sonido parecido a alguien que es torturado. El sentido de su continuum lo reconoce como tal. La naturaleza no envía unas señales claras de que alguien está siendo torturado a no ser que sea éste el caso. La tortura es precisamente tan seria como suena.

La madre duda, su corazón desea volver con su hijo, pero se resiste y se aleja. Acaba de cambiar y alimentar a su bebé. Como está segura de que no necesita realmente nada, lo deja llorar hasta que el pequeño se queda agotado.

Él se despierta y se echa a llorar de nuevo. Su madre entreabre la puerta para asegurarse de que el pequeño está bien. Después vuelve a cerrarla con suavidad para que su hijo no piense que va a recibir la atención que está pidiendo luego se apresura a volver a la cocina para reanudar lo que estaba haciendo y deja la puerta abierta para poder oír a su hijo por si “le ocurriera algo”.

El llanto del bebé se va transformando en temblorosos gemidos. Al no recibir ninguna respuesta, la fuerza del móvil de la señal se pierde en la confusión de un estéril vacío al que el consuelo tendría que haber llegado hace mucho tiempo. El bebé mira a su alrededor. Más allá de las barras de la cuna hay una pared. La luz es tenue. No puede darse la vuelta. Sólo ve los barrotes, inmóviles, y la pared. Oye los sonidos sin sentido de un mundo lejano. Cerca no hay ningún sonido. Contempla la pared hasta que los ojos se le cierran al volver a abrirlos, los barrotes y la pared siguen exactamente en el mismo lugar que antes con la única diferencia de que ahora la luz es más tenue.

Entre la eternidad que pasa contemplando los barrotes y la pared, pasa otra eternidad contemplando los barrotes de ambos lados y el lejano techo. A lo lejos, a un lado, se ven unas formas estáticas que siempre están ahí.

Hay momentos en los que siente algún movimiento y algo cubriéndole los oídos, un sonido apagado y un montón de ropa sobre él. Cuando esto ocurre, puede ver desde el interior la esquina blanca de plástico del cochecito y, de vez en cuando, grandes bloques de casas deslizándose a lo lejos. Ve también las lejanas copas de los árboles que tampoco tienen nada que ver con él, y a veces personas mirándole que hablan normalmente entre ellas o en ocasiones con él.

Más a menudo, estas personas agitan un objeto que hace ruido frente a él y el bebé siente, al estar tan cerca, que se encuentra cerca de la vida y alarga la mano y agita los brazos deseando encontrarse en su lugar. Cuando le acercan el sonajero a la mano, lo coge y se lo mete en la boca. Pero no recibe la sensación que estaba esperando. Agita las manos y el sonajero vuela por los aires. Una persona se lo vuelve a traer. Como desea que esta prometedora figura regrese, se dedica a arrojar el sonajero o cualquier otro objeto que tenga a mano mientras el truco funcione. Cuando ya no se lo devuelven más, se dedica a mirar el vacío cielo y la capota del cochecito.

Cuando llora en el cochecito es a menudo recompensado con signos de vida. Su madre mueve el cochecito porque ha aprendido que esto tiende a hacerle callar. Su intenso deseo de movimiento y experiencias, todo aquello que sus antepasados tuvieron en sus primeros meses de vida, se calma un poco cuando su madre mueve el cochecit5o, lo cual de una manera muy pobre le ofrece al menos alguna experiencia.

Como no asocia las voces que oye a su alrededor con nada que le ocurra a él, tienen muy poco valor porque no anuncian que vayan a colmar sus expectativas. Sin embargo, son más gratificantes que el silencio que reinaba en la maternidad. El cociente de las experiencia de su continuum está casi a cero; su principal experiencia real es la del deseo.

Su madre lo pesa con regularidad y se siente orgullosa del progreso de su hijo.
Las únicas experiencias útiles constituyen los pocos minutos al día que le permiten estar en brazos y algunas otras vividas de manera irregular que le sirven para sus otras necesidades y que se van agregando a sus cuotas. Cuando el bebé está en el regazo de su cuidadora, puede acercarse corriendo un niño gritando y añadir la emoción de crear un poco de acción a su alrededor mientras aquél se siente seguro. El pequeño oye el agradable zumbido del motor del automóvil mientras es zarandeado plácidamente en el regazo de su madre cuando el tráfico se detiene y cuando vuelve a circular. Oye ladridos de perros y otros ruidos repentinos. Aunque a algunos les perturben cuando están en el cochecito, a otros, sin embargo, les asustarían si no estuvieran en brazos.

Los objetos que le ponen a su alcance sirven para imitar aquello que al niño le está faltando. La tradición dicta que los juguetes consuelan a los bebés que están sufriendo, pero de algún modo lo hacen sin reconocer el sufrimiento de los mismos.

En primer lugar está el osito o cualquier otro muñeco suave similar que sirve “para dormir”. Está concebido para dar al bebé la sensación de tener un constante compañero. El intenso cariño que a veces un niño acaba sintiendo por él se considera un encantador capricho infantil en vez de verse como la manifestación de una grave carencia afectiva que le ha llevado a aferrarse a un objeto inanimado en su necesidad de encontrar un compañero que no le abandone. Los cochecitos con juguetes que suenan, y las cunas que se balancean son otra desgraciada imitación. Pero el movimiento sustituye de una manera tan pobre y tosca el movimiento que un niño experimenta mientras su madre lo transporta, que satisface muy poco el intenso deseo del solitario bebé. A parte de ser inadecuado, suele también ser infrecuente. Están también los juguetes que se cuelgan en las cunas y los cochecitos que suenan, tintinean o repiquetean cuando el bebé los toca. La habitación del bebé se suele adornar con móviles de vivos colores, un nuevo objeto que el pequeño puede contemplar aparte de las paredes. Los móviles atraen su atención, pero sólo se cambian de vez en cuando y no llegan a llenar la necesidad que tiene el niño para su desarrollo de disfrutar de una variada experiencia visual y auditiva.....................

Jean Liedloff
Extraído de la obra El concepto del Continuum
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jueves, 1 de octubre de 2009

VACACIONES (III PARTE Y ULTIMA)

Como no hay dos si tres.........pues aquí os traigo más fotos de nuestras vacaciones. Todas estas fotos estan hechas el mismo día, para empezar un paseo matinal al Monasterio, un restaurante que hay en Los Realejos, en realidad fuimos a comprar pan y ya que estabamos llevamos al niño a ver los animales. Es un sitio muy bonito con muchos rincones originales, donde las galiinas, los gallos, algunos gatos, patos y pavos reales corretean por los jardines libremente. Ni que decir que a Guillermo le encanta ir allí.
Déspues paramos a comer en la Zona Recreativa El Carmen y allí también hubo tiempo para jugar conlas piedras y los troncos. Terminamos el La Punta de Teno, un lugar precioso, que te hace sentir muy pequeño. Se accede dede el norte de la isla y puedes ver la cara sur, el acantilado de los Gigantes.
Para terminar una foto de Guillermo viendo dibujos, ¿han visto esa pose? esta para comerselo...........













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