Parece que el tiempo se me escapa entre las manos y no me da para actualizar este blog, pero llega el octavo cumpleaños de Guillermo y no puedo dejar de escribirle aquí unas palabras porque este blog nació por y para él, porque con su llegada nací como mujer, porque él es mi LUZ.
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Se hace grande, pero no pierde, por suerte para todo el mundo, su sonrisa. Esa sonrisa que ilumina a quien tenga al lado. Su nobleza lo caracteriza, y su fortaleza es grandiosa.
Veo poco a poco, como va dibujando el hombre que será y realmente no puedo sino sentir que mi corazón se llena de amor y admiración, porque él es mi gran maestro.
Querido hijo, FELIZ CUMPLEAÑOS. Te deseo una muy feliz y dichosa nueva vuelta al sol.
TE AMO. ERES MI LUZ