martes, 3 de noviembre de 2009

¿QUIÉN NOS VENDIÓ LA MOTO?


Esta mañana he tenido que ir a resolver una "urgencia" en una de las sucursales de la empresa para la que trabajo. Al volver para la oficina, donde me esperaba una montaña gigantesca de papeles y cuentas por hacer, lo hice por el camino con más sombra. Una rambla repleta de laureles de india donde ví muchos niños paseando y jugando en los"mini espacios de juego" que hay por todo el camino. Todos y cada unos de esos niños estaban con sus abuelos. Y pensé ¿es esta la vida que queremos para nosotros y nuestros hijos? Que conste que creo que la labor que hacen los abuelos es impagable y que ningún niño está mejor con nadie que no sean sus padres que con sus abuelos. Pero ¿quién nos vendió esta moto? ¿Cómo nos hemos dejado convencer de que lo mejor es trabajar y pagar para que crien a nuestros hijos?


Mi hijo está a diario con sus abuelos y el amor que le dan y todo lo que le enseñan...........es.....no tengo palabras.... Pienso que estan sembrando en él una semilla que dará un hermoso fruto en el futuro......... Pero no es ésa la cuestión.....

Hace algo más de un mes ví en televisión un poco de Armas de Mujer ( es sólo un ejemplo), recuerdo haberla visto en el cine, no tendría más de 15 años cuando la estrenaron aquí. Yo quería llegar a ser una brillante ejecutiva. Me vendieron la moto..........trabajar incasablemente, no tener horario, mal comer en la calle y ganar mucho dinero. He hecho todo eso, menos lo último. Y me ví con seis meses de embarazo y con una amenaza de parto pretérmino en el hospital y ahí cambió mi vida. Desgraciademente no puedo dejar de trabajar pues necesitamos mi sueldo para vivir (para pagar) y afortunadamente cuento con la ayuda de mis padres para criar a mi hijo, pero no es lo que yo quiero...........no es lo mejor para todos.


Volviendo a mi "paseo".

Al final de mi camino, mis ojos se posaron en el patio de una residencia geriatrica y ví unas 6 ó 7 ancianas, todas sentadas, algunas en silla de ruedas. Todas y cada una de ellas miraba al suelo. sólo una me miró y agachó rápidamente la cabeza, como si pensara que me iba a molestar, ni siquiera pudo ver que yo le sonreía. ¿Qué pasa a esa edad? ¿se acabó todo y no quieres ver nada más? o ¿simplemente no quieres ver la realidad? Quizás ninguna de esas mujeres quiere ver a su alrededor, quizás no quieran ver dónde han llegado a parar, quizás no quieran senirse solas, o simplemente preferirían estar resguardadas de las miradas de los transeúntes. ¿Es esto lo que queremos para nuestros ancianos? ¿Es eso lo que queremos para nosotros?

Volví al trabajo reflexionando sobre todo lo que ví y todo lo que sentí; sentí que a pesar de agradecerles a mis padres lo que están haciendo estoy dejando a mi hijo "solo" y nos nos sentimos bien ni él, ni yo. Sentí mucho dolor al verme reflejada en esas mujeres ancianas y ver como nos hemos encargado de quitarles todo el valor a la fuerza femenina, a la sabiduría de esas personas, al respeto por sus años. Y si no me creen, piensen en la última vez que vieron a un anciano y pensaron en todo lo que podrían aprender de él ¿o simplemente vieron un viejo? Piensen en la ultima vez que subieron a un transporte público y el viejo de delante no terminaba de subir el escalón o en el supermercado cuando no terminan de sacar el dinero de la billetera.

Sentí vergüenza porque "abandonamos" a nuestros hijos y nuestros ancianos con los mismos pretextos; están en mejores manos, hacen amigos, con mi ritmo de vida no puedo ocuparme yo mismo....................

¿Qué será de nosotros después de haber desterrado el pasado y el futuro de nuestras vidas?

1 comentario:

Ana Mar dijo...

Si la verdad es que son temas para reflexionar y es muy duro darse cuenta de que nuestro siste de valores y prioridades en la vida esta como brujula descompuesta, Gracias por pasarte por nuestro blog.
Saludos