Cada vez tengo más cosas que decir y menos tiempo. Mis hijos crecen a una velocidad impresionante y yo no sé en qué se me van los días.
En el trabajo estoy rodeada de embarazadas, a las que lo confieso, las miro con desconsuelo y es que estoy convencida que el embarazo es unos de los estados ideales, también el estar en una tumbona con un gin tonic fresquito, pero eso quedó para otro momento....jajaja.
Lo cierto es que cuando hablo con alguna de ellas, casi todas primerizas y me cuentan de sus miedos, es cuando me doy cuenta de la gran transformación que he tenido, en tan sólo cuatro años. No es una cuestión de saber más, sino de mejor, no es cuestión de idealizar el embarazo, sino de disfrutarlo..... Cuando me escucho muchas veces hablando con alguna de ellas,a veces me cuesta reconocerme.....ha sido tanto lo que me he aprendido de y con mis hijos, que no tengo más que palabras de agradecimiento para ellos, recuerdo los momentos tan duros con la lactancia con Guillermo, las dudas la preocupación y sobre todo la falta de confianza...lloré, me desesperé, como ya he contado otras veces, me imaginaba en medio de la selva con mi hijo en brazos, sin nada que poder ofrecer que no fuera mi pecho, volví a la selva....con Ángela entendí como esas mujeres de las que había oído hablar que daban a luz a sus hijos y seguían caminando podían hacerlo....me sentí llena de fuerza y poder, al dar a luz de aquella manera..... han sido tantas las cosas que he cambiado y me han cambiado...
Pero también tengo que decir, que lejos del subidón de los primeros años, al conocer la crianza natural, veo a mi alrededor muchas que enarbolan esa bandera con aires de superioridad, porque es cierto que es más fácil de lo que parece, que sólo tienes que seguir tu instinto, pero no es así y yo no soy mejor madre, ni mejor persona que las que no lo ven, a veces es sólo cuestión de tiempo, otras veces no puede ser y otras veces son las propias madres las que se sienten tan cómodas con sus creencias y principios que no quieren cambiar la forma en la crian a sus hijos y para mí siguen siendo igual de buenas madres.
El otro día, veía una escena desde lejos, se cruzaron dos mamás, una con portabebés y otra con cochecito, la del cochecito ni siquiera vió a la otra, pero la del portabebés la miró, con esa mirada de que alguien te da pena....pues aquí nadie está por encima del otro...tampoco defiendo las que sin dar el pecho me llenaron de malos consejos o las que me siguen mirando mal porque dormimos los cuatro juntos, tampoco ellas son mejores que yo.
Cuando alguna mujer a mi alrededor queda embarazada, no puedo evitarlo, si la conversación nos lleva a ello, les hablo de la importancia de hablar con sus bebés, de sentirlos, más allá de sus patadas, de crear el vínculo desde antes del nacimiento, porque muchas hablan de sus bebés con más o menos gracia pero como si no pudieran sentir lo que les dicen..... Le hablo de partos no medicalizados, de libros y autores que me han hecho cambiar mi mundo, de lactancia, de sentir su poder como mujer,de que pueden elegir....y a muchas incluso les he regalado algunos de esos libros "imprescindibles" y la mayoría optan por lo que está más generalizado, porque no siempre estamos preparados para llevar la contraria.... porque de eso si que sé....no educo a mis hijos bajo ninguna religión, no los vacuno, no toman leche de vaca, no les bajo la fiebre, los trato con homeopatía, lactancia a demanda y hasta cuando quieran, duermo con ellos, siempre han estado en brazos, Guillermo va a una escuela Waldorf (que sigue siendo bastante difícil de explicar para mí), comen cuando quieren y lo que quieren de su plato, no usamos toallitas, bueno en esto miento Guillermo las usa porque dice que con el papel le duele...ya se limpia solito, os habeís fijado en la cara de felicidad de un bebé cuando le limpian el culo con agüita?, probablemente se me olviden muchas cosas............pero parece que me paso la vida llevando la contraria.
Resumiendo creo, bajo mi humilde opinión que como toda acción conlleva una reacción, no todos estamos preparados para enfrentarnos a la reacción de familiares, amigos, pediatras, en fin al resto y optamos por seguir a la "masa" y no por eso somos mejores o peores. Ser madre es la experiencia, la única..... es el mayor acto de amor, por ambas partes que se puede vivir en la vida y por eso creo que se deben acercar posturas y que no debemos dejar que las formas de crianza nos alejen, porque a veces lo veo, sobre todo desde lejos, como una competición para ver quién es la mejor mamá y ¿si le preguntaramos a nuestros hijos?
lunes, 23 de abril de 2012
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