martes, 12 de enero de 2010

EL MEJOR JUGUETE

Guillermo se ha pasado todo un mes reibiendo regalos, primero por su cumpleaños, después Navidad y al final Reyes. si es ropa le da la espalda y va a otra cosa y si es un juguete, da igual el que sea, exclama wuaw! y nos pide que se lo abramos.
Su padre y yo decidimos ser muy comedidos con los regalos y a pesar de ver muchos catalogos de juguetes y pasearnos por muchos pasillos repletos decidimos que nuestros regalos serian un piano, el mejor que encontramos es unos de Caillou y un tren. Le encantaron los regalos y juega muchisimo con ellos. también su tía Nena le regaló un pupitre y es un gusto verlo sentado allí dibujando y su tata Tere un tren de madera que esta en casa de los abuelos y tenemos que armar todas las mañanas.
No tengo ni que decir que estos no fueron todos sus regalos hay muchos más, tantos que no sé dónde meterlos, mi casa parece una sucursal del Toysrus. Demasiado para un niños tan pequeño y un precio excesivo para nuestro planeta, por tanto plástico.
De todos sus jueguetes Guillermo tiene uno preferido, es grande y se puede meter dentro, tambien esconderse,comer dentro, subirse encima, pintarlo y llevarlo por cualquier lugar de la casa de sus abuelos, quieres verlo?

Y es que nuestros hijos están siempre enseñandonos algo, otra cosa es que nosotros queramos aprender,porque todas las personas con las que he hablado de este tema saben que un niño se divierte muchisimo con una caja de carton, pero le compramos juguetes, muchas veces demasiado sofisticados para su edad y que lo hacen todo.
soy muy feliz viendo como mi hijo vacía la caja de juguetes todos los días y juega con ella mientras pienso ¡tengo tanto que aprender!

1 comentario:

María Hernández dijo...

Hermana, ¡cuánta razón tienes! es que no aprendemos.
Aún guardo por ahí una foto de nuestros sobrinos, de cuando tenían unos tres años (de éso hace ya 23..casi nada) donde estaban pasándoselo pipa con un caldero de mamá, una cuchara de palo e inventándose que estaban haciendo natillas, al tiempo que nos atiborraban de cucharadas "de nada" mientras exclamaban "Hummmm".
Tú jugabas con las tapas de los calderos de Paula, yo con el pasapurés de Dª. Aurora y Tere (madre de los pequeños reposteros) con los calderos de otra vecina y todas tuvimos otros juguetes (dependiendo de la época).
Aunque viendo la foto de Guillermo, creo que es más listo que todos nosotros, porque mientras los demás "emulábamos" hacer comiditas, él, directamente, se está metiendo, entre pecho y espalda, su panecito, eso sí, con su estilo particular....metiéndole el dedito y comiéndose la miga hasta que lo deja hueco, jejeje.
Yo creo que los nenes serían muy felices si los dejáramos elegir "menaje y manejo" en una tienda de chinos, jaja.
Un besote.