martes, 16 de diciembre de 2008

YO COLECHO, ÉL COLECHA, NOSOTROS COLECHAMOS



Aunque ya he hablado en otras ocasiones del colecho, creo que la información que voy a dar es bastante interesante,ya que veo que nuestros amigos, conocidos y algunos familiares están preocupados por el hecho de que nuestro hijo duerma en nuestra cama. Curiosamente su padre y yo estamos encantados y no representa ningun problema.
Lo primero es decir que es una práctica común en nuestro mundo que utilizan todas las culturas. Sin ir más lejos mis padres durmieron con sus padres hasta que pasaron a dormir con sus hermanos mayores y luego con su pareja.
La información que voy a detallar es de un artículo de Rosa Jové, la autora de "Dormir sin lágrimas", psicóloga infantil y juvenil y licenciada en Geografía e Historia en la especialidad de la crianza.
"El sueño compartido es una característica de los mamíferos, entre los que nos encontramos,por la cual dormimos mejor en compañía. Somos una especie altricial, es decir, necesitamos el cuidado de otra persona para sobrevivir. Por eso, desde que nacemos, buscamos esa presencia para garantizarnos la supervivencia y, en la edad adulta, buscamos con quien compartir la cama para garantizar la continuidad de la especie. Estamos hechos para dormir acompañados, aunque existan personas que prefieran estar solas: son la excepción a la norma.
Dormir en compañía beneficia tanto a las madres como a los bebés:
- Puede evitar el síndrome de muerte súbita del lactante, siempre que se observen unas medidas básicas de seguridad y no se realice en un sofá. La especialista inglesa Margot Sunderland explica que en culturas donde los niños duermen con sus padres,por ejemplo en la China, no tienen ninguna palabra para referirse al síndrome de la muerte súbita del lactante,porque es prácticamente desconocido.
- Favorece la regulación de la temperatura corporal del niño por la noche. Los
niños que duermen con sus padres necesitan menos abrigo, ya que estos mantienen estable al temperatura con su presencia.
- Ayuda al bebé a pasar de una fase a otra del sueño porque se sincroniza con la respiración de su madre,que le da pautas en ese sentido. Así poco a poco aprende a dormir como un adulto.
- La respiración de la madre le sirve como recordatorio para que continúe respirando si tiene apnea.
- Fomenta que tanto el bebé como la madre apenas se despierten por la noche.
- Fortalece la relación entre padres e hijos y crea un vínculo más sólido entre ellos.
- Reduce los miedos y la ansiedad nocturna del niño, que provoca frecuentes despertares y parasomnias.

PARA UN COLECHO SEGURO:

El colchón debe ser firme, se desaconsejan los de agua y también dormir en el sofá.
La ropa de cama debe estar libre de cintas y lazos. También se desaconsejan la profusión de cojines.
No hay que taparle mucho ya que los padres le transmiten calor.
Los adultos no pueden estar bajo los efectos de drogas, alcohol o fármacos que les incapaciten.
Se debe evitar al máximo el contacto con padres fumadores y ambientes con humo.
Los padres no pueden tener obesidad mórbida: este tipo de obesidad incapacita a las personas para moverse libre y ágilmente en la cama.
Las estadísticas nos confirman que, en aquellos casos en los que a los padres no les importa dormir con sus hijos hasta que se vayan libremente a la habitación que tienen destinada, estos prefieren dormir con sus padres hasta los tres o cuatro años de un forma habitual, y hasta los cinco esporádicamente alguna noche que tienen pesadillas o están enfermos".


Así que le digo desde aquí a todas esas personas que se están preocupando innecesariamente, que aunque todos estos motivos arriba expuestos no existieran, que a su padre y a mí nos encanta dormir con Guillermo y seguiremos haciendolo hasta que él quiera.

1 comentario:

María Hernández dijo...

Yo estoy de acuerdo contigo y con tu marido... No hay nada más reconfortante que dormir con nuestros hijos; será porque se sienten más seguros, será porque nos sentimos más seguros (los papás), pero el caso es que es una delicia compartir el lecho "colechando".
La "cama grande" tiene "grandes" propiedades...es calmante, relajante, calentita y, sobre todo, familiar.
No entiendo porque nos gustará ver todos esos documentales de animalitos, con sus madres...dormitando y luego hay quien se eche manos a la cabeza porque crea que "mal educa". Creo que deberían pensar en éso quienes opinan que "colechar" es un paso atrás en la evolución.
La "cama grande" es el mejor de los inventos de la naturaleza, porque no se trata de un mueble, de un colchón o de si es de latex o muelles... es naturaleza...Sentirse protegido y sentirse protector.
Sigue colechando, no hay más que ver a tu hijo para saber que le hace bien.
Besitos